La Oxigenoterapia Hiperbárica permite la recuperación del cuerpo gracias a la aportación de oxígeno puro que llega a todas las células. Especialmente llega al cerebro, por ello, puede ser útil para reducir el estrés y la ansiedad, además de otras afecciones psicológicas.
La Medicina Hiperbárica consigue inducir un bloqueo del sistema nervioso simpático, cuyos neurotransmisores más importantes son la adrenalina y noradrenalina. Su acción principal está relacionada con una respuesta ante estímulos externos que puedan poner en peligro al organismo. Así, aumenta la frecuencia y fuerza de los latidos del corazón, dilata los bronquios del pulmón, dilata la pupila, aumenta la presión arterial, dilata los vasos sanguíneos que aportan sangre a los músculos esqueléticos de todo el cuerpo y estimula la producción de sudor por las glándulas sudoríparas. Un conjunto de acciones que se desencadenan de forma automática ante cualquier estímulo intenso como un sobresalto, un dolor punzante o una situación generadora de ansiedad.
Cómo funciona la cámara hiperbárica
En la cámara hiperbárica el paciente inhala oxígeno al 100% y éste actúa como un regulador químico, que reordena los sistemas de liberación de esos neurotransmisores. Se mejora las condiciones vasculares a nivel cerebral, afectando de manera directa y positiva, a las emociones y al centro de la personalidad.
Beneficios de la cámara hiperbárica
La terapia con oxígeno hiperbárico es, además, muy beneficiosa para combatir los efectos del cansancio y agotamiento, derivados en muchas ocasiones de un trabajo físico y mental intenso e incesante.
La Oxigenación Hiperbárica es un tratamiento natural, no invasivo e indoloro que emplea tecnología punta. Una terapia muy útil que ayuda a los tratamientos médicos prescritos por el especialista, acelerando la recuperación del paciente.
Prescripción de la cámara hiperbárica
Esta terapia la debe prescribir el médico especialista en medicina hiperbárica por lo es necesario realizar una primera visita médica, en la que el doctor, tras una entrevista médica y una exploración física, indicará las pautas a seguir, según la patología que presente el paciente. Así, determinará el número de sesiones recomendadas, la periodicidad de las mismas y la duración de cada sesión, lo que garantiza un tratamiento individualizado.